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Escena inédita-Harley R.

Datos del Libro
Título: Harley R.
Serie: Moteros, 2
Autor: Patricia Sutherland
Editorial: Jera Romance (Ediciones Jera)
Categoría: Romance contemporáneo
Publicación: 30 de noviembre de 2013
Disponible en impreso y en ebook.
Más información y puntos de venta: Web Jera romance
Para Abby nunca ha habido nadie más que Dakota, un motero con el que sueña despierta desde que iban al parvulario, pero ahora sabe que sus sueños nunca se harán realidad porque él no está enamorado de ella, sino de Tess, su hermana mayor. Prendada de un hombre que el destino ha querido convertir en su cuñado, sintiéndose traicionada por su propia hermana y dolida con su familia que parece haberse puesto de su parte, Abby se precipita al vacío de la depresión, un abismo del que, haga lo haga, no consigue salir. Cuando aquella mañana, sin saber cómo, amanece en la cama de Evel, el mejor amigo de Dakota, Abby comprende que ya no puede caer más bajo. Ha tocado fondo y aquello es el fin. Pero todo fin lleva implícito otro principio. Este nuevo comienzo la introducirá en el fascinante mundo de los amantes de las motos y el tuneo, donde descubrirá su auténtico talento, y allí, entre piezas de recambio y aceite para motores, tendrá la ocasión de conocer al verdadero Evel, un hombre afectuoso e intuitivo cuya generosidad marcará la vida de Abby de forma definitiva. Un hombre tan cautivador como precavido a la hora de entregar su corazón a una mujer con quien Abby descubrirá, en circunstancias difíciles, que tiene más cosas en común aparte de la pasión por el arte, las motos y el chocolate... Harley R., una novela de Patricia Sutherland sobre el amor después del desamor y las segundas oportunidades.
****

...[Abby] Se acercó hasta el lugar, pero descartó la idea de usar la voz para anunciar su presencia. Aquel artilugio hacía un ruido infernal, de modo que siguió el recorrido del cable hasta la pared, y lo desenchufó.

A un "¡mierda!" de AJ, sucedió un "¡qué alivio!" de Evel. Abby volvió junto al coche, riendo ante la cara de pocos amigos del jefe de taller.
—Haz una pausa cortita, AJ. Venga, sé bueno... —le dijo.
Debajo del coche, Evel sonrió al oír la voz y continuó aflojando la tuerca, pero con más energía.
—¿Ves esos aparatitos que están ahí, que parecen orejas de marciano? Pues son precisamente para aislarte del ruido, guapa.
—¿Y estropear mi peinado? —bromeó ella, siguiéndole el juego—.Venga, no seas gruñón y dame un minuto... Luego sigues haciendo temblaaaaaar los cimieeeentos de la tieeeeerra... —añadió, imitando el sonido vibratorio de la máquina.
AJ no dejó de gruñir, pero sonrió ante los modos desenfadados de Abby. Rezongando en voz baja porque según él, iban con retraso, y sin perder la sonrisa, cambió de herramienta y se puso a desmontar la butaca del piloto.
A Evel, que continuaba debajo del coche forcejeando con una tuerca que no lograba quitar, le seguía resultando asombrosa la facilidad de Abby para meterse en el bolsillo a todo el mundo.
Entonces, oyó unos golpes sobre el capó, como quien golpea una puerta qué está cerrada, y a continuación, su voz que le decía:
—¿Hola, hay alguien?
—Creo que sí, pero no me hagas mucho caso. Aquí abajo está muy oscuro —replicó él—. ¿A quién buscas?
El tono mostraba a las claras que el motero se estaba riendo.
—A un tipo muy alto y muy fuerte que lleva una especie de... —hizo una pausa para pensar cómo describirla y sus ojos brillaron de picardía cuando se le ocurrió la idea perfecta— una especie de cresta muy modosita en la cabeza. Ya sabes, del tipo "estoy aquí, pero sin dar el cante".
Dentro del vehículo, AJ enterró la cabeza en el asiento de la butaca que intentaba desmontar, partiéndose de risa. A ver qué respondía su jefe, aunque conociéndolo, lo que fuera que dijera sería hiper breve y galante, como era su estilo.
Abby se quedó esperando la reacción del motero con una gran sonrisa expectante. Sin embargo, en vez de su voz, lo que oyó fue el chirrido de las pequeñas ruedas de la camilla de mecánico, desplazándose sobre el suelo de baldosas. El cuerpo de Evel comenzó a aparecer progresivamente ante los ojos de Abby, y sin que se diera cuenta, su sonrisa y su expectación pasaron a un segundo plano ante la silueta que empezaba a ocupar su campo visual.
Rara vez usaba ropa ceñida y hoy tampoco era uno de esos días. Pero daba igual. A Abby le sobraba imaginación. No necesitaba ver más que la tensión del músculo recto, que se adivinaba a través de la gruesa tela del pantalón cuando él doblaba la rodilla, o cómo se engrosaron sus bíceps cuando él asió los bajos del coche y se impulsó hacia fuera, para saber casi con presición matemática lo que se ocultaba tras aquellas prendas de trabajo. Era macizo. Y las pequeñas manchas de lubricante que salpicaban la ropa aquí y allí, marcaban una notoria diferencia con su habitual pulcritud, dándole un aire que, al menos a ella, le resultaba irresistible.
Para Evel Abby era irresistible, y cuando lo miraba de aquel modo, como debatiéndose entre dejar de hacerlo por pudor y su claro deseo de continuar mirándolo... Dios, esa mirada...
Si no la apartaba ya, también él tendría que pedirle que hiciera una pausa.
Como si lo hubiera oído, Abby rebuscó en su bolso.
La vio sacar un pañuelo de papel y guardarlo en el bolsillo de su falda vaquera, una reacción que en otras circunstancias le habría resultado normal (por intranscendente), pero que poniéndola en contexto con el brillo demencial de sus ojos y el rosado subido que de pronto coloreaba su rostro, no resultaba normal para nada. Este era uno de esos momentos en que a Evel la potente iluminación de su taller le parecía una bendición.
El motero respiró hondo con disimulo y se incorporó del suelo. Se sentó parcialmente sobre el capó del coche y procuró no evidenciar que él también acababa de temblar hasta sus cimientos. De hecho, aún se estremecía.
—Cresta modosita —repitió él, sonriendo mientras se limpiaba las manos en un trapo.
Abby sonrió para sus adentros, y volvió a hacer eso en lo que según Evel era una especialista.
—Una cresta modosita para un hombre modosito.
Evel alzó la vista de sus manos engrasadas hasta los ojos de Abby. Casi al mismo tiempo, la cara asombrada de AJ asomó por encima del nivel de la ventanilla del Porche.
—¿En serio? —quiso saber el motero. ¿Bromeaba, o de verdad, lo tenía por un tipo recatado?
La vio asentir con una gran sonrisa y no pudo evitar menear la cabeza, divertido.
"Modosito", pensó. Tenía gracia.
—El silencio otorga, ya lo sabes —añadió Abby, incapaz de resistirse a la tentación de picarlo.
Y entonces vio que su mirada regresaba a ella, teñida de esa ternura rara, que era más que ternura aunque ella no supiera bien qué más, anticipando una respuesta que, sabía sin ningún género de dudas, añadiría impulso al de por sí meteórico ascenso del motero demonio en su lista de favoritos.
—Lo sé —murmuró y su sonrisa se agrandó.
A dos metros de Evel, la sonrisa de AJ Blake, cuya presencia ni el motero ni la [pintora] parecían recordar, también se agrandó. [...]
—¿Lo sabes? —dijo Abby riendo. Estaba para el delito y encima era adorable. Menuda mezcla—. Anda, cómete un KitKat y repón fuerzas —añadió, ofreciéndole una tableta que extrajo del bolsillo lateral de su mochila....”

(Texto editado para no revelar trama) 
© Patricia Sutherland 
Harley R. Serie Moteros, 2



Agradecimientos a Patricia Sutherland.

18 comentarios

  1. Me gusta este libro. Me lo apunto y espero tener la oportunidad de leerlo.

    Beijos ^^

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  2. Esta es la continuación de "Princesa"? Ahinnnsss que lo tengo en casa un montón de tiempo y aún no lo he leído :(

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  3. Tengo ganas de leerlo *O* que princesa me enamoro!

    Un beso

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  4. Me muero por leerlo y en Amazon aun no sale para reservarloooooo Aixxxxxxxx que lo quiero ya!

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  5. Hola guapa!!!

    Ya tengo que hacerme con el primero,que he leído por los comentarios que se llama Princesa, para poder leer este!! Como siempre creándome tentaciones...!

    Un besito :D

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  6. hola!!!

    pues no me llama mucho la verdad
    un beso

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  7. No me llama mucho, pero gracias por darlo a conocer igualmente ^^

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  8. Pues la verdad es que tiene mucha pinta ehh :P

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  9. Qué original, una historia de moteros ! Nunca he leído nada parecido, me gusta la idea así que queda anotado.
    Gracias por la info !
    Besos !

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  10. Tengo muchas ganas de leerlo, Princesa me encantó!!!

    Besos!!!

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  11. Hola guapa :) Tengo que leer el libro anterior aún pero le tengo ganas ya :D así que espero hacerme de él en breve
    Un besote

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  12. Antes de leerme esta novela tengo que leer la anterior novela de esta autora. Fui a una presentación de ella y me pareció un encanto.
    Besitos :)

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  13. ¡¡Qué ganas de leerlo!! aunque admito que en el primer libro no podía ver a la hermana ¡Qué pesada con Dakota! ¿no tenía orgullo?

    Un besito y gracias por la escena <3

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  14. Tengo que recomendarle esta saga a una compañera del blog porque seguro que le encanta la temática que aborda. El propio nombre de la serie lo dice jajaja
    Muchas gracias por compartir esta escena con nosotros :)

    Un fuerte abrazo,
    Nimue

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  15. Hola! parece que voy a tener que apuntarlo, pinta muy bien, aunque ya me puedo espabilar con las lecturas pendientes...demasiados libros que me llaman!!
    besitos

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  16. Muy buena escena. Me encanta además la imagen que has puesto.
    TQ ratonina

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  17. Holaaaa!
    La verdad es que no me llama mucho pero gracias por la reseña!
    Besitoos

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  18. Yo la quiero leer. Gracias por la escena.

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