Reseña-Opal

Datos del Libro

Editorial: Plataforma Neo

Género: R. Fantasía Juvenil

Serie: Saga Lux III

♥No hay nadie como Daemon Black. Cuando se propuso demostrarme sus sentimientos, no bromeaba. Nunca volveré a dudar de él. Y ahora que hemos superado tantas dificultades, saltan chispas cada vez que estamos cerca. Pero ni siquiera él puede proteger a su familia del peligro que supone intentar liberar a los inocentes. Después de todo lo que ha pasado, ya no soy la misma Katy. He cambiado… Y no estoy segura de las consecuencias de este cambio. Con cada paso que damos para desvelar la verdad nos acercamos más a la organización secreta responsable de torturar y someter a experimentos a los híbridos, y me doy cuenta de que mis habilidades son mucho mayores de lo que imaginaba. Recibimos ayuda de quien menos esperábamos y los amigos se convierten en enemigos. Pero jamás nos rendiremos. Aunque esto implique que nuestro mundo acabe hecho añicos para siempre. Juntos somos más fuertes. Y lo saben.

Opinión Personal

Llegados a este punto es un tanto difícil hacer una reseña sin desvelar algo del contenido de Opal, o de las anteriores publicaciones. Por ese motivo, haré una reseña breve sin entrar en demasiados detalles y exponiendo en esta ocasión lo que me ha parecido la historia.

En Onyx me encontré una historia donde los espías ocultos, la traición y la avaricia tenían un peso considerable en todo momento. Una batalla donde nadie estaba a salvo, no había lugar donde ocultarse, no había lugar donde no los estuviesen observando. Los Arum no son los únicos enemigos de los Luxen, la ambición hace aflorar lo peor de las personas y aquí, no hay nada imposible... En esta nueva entrega otros personajes cobran vida y protagonismo, Kate y Daemon, no serán los únicos con peso en esta difícil etapa donde,  Beth y Dawson, redirigirán de algún modo esta tercera entrega.


La relación entre Kate y Daemon se ha consolidado, las diferencias y la desconfianza quedaron atrás. Se ve una clara evolución entre ellos y como la relación madura pudiendo así conocer otros aspectos hasta ahora desconocidos por parte de los protagonistas, el amor y la pasión cobran fuerza y esto los une de una manera inquebrantable. En todo este proceso de cambio y aceptación nos volveremos a encontrar con la Kate del primer libro, decidida y tenaz, y con un Daemon igual de irresistible y arrogante, aunque mucho más apasionado y protector que nunca. 

Suelo ser un gilipollas, y lo hago a propósito. Suelo intimidar a la gente para que haga lo que yo quiero. y dejaba que todo lo que había pasado con Dawson intensificara esos... eh... rasgos de mi personalidad. Pero...-Apartó el dedo y sonrió de oreja a oreja-. Pero tú... tú me haces querer ser diferente. Por eso no maté a Blake. Por eso no quiero que tengas que tomar esas decisiones ni que estés a mi lado si elijo ese camino.
Abrumada por lo que acababa de admitir, no supe qué decir. Pero entonces Daemon inclinó la cabeza y me besó y descubrí que a veces, cuando alguien dice algo tan absolutamente perfecto, no es necesario responder. Sus palabras lo habían trasmitido todo.

En definitiva, Opal sigue siendo una historia adictiva como sus predecesores, no obstante, el ritmo es algo más pausado y no tiene la fuerza con la que la autora arrasó con los dos primeros títulos. Esto no quiere decir nada, pues a mi me ha dejado impresionada la forma en la que suceden los acontecimientos y asombrada por la capacidad de la autora cuando decide el momento de dar un giro a la historia y dejarte literalmente con cara de sorpresa. Sigue siendo una lectura fluida, con ritmo y destacable por su gran complejidad y elaboración de la trama. Opal sin duda me deja con muy buen sabor de boca y me parece una gran continuación que, aunque algo más floja, sigue dejando el listón muy alto.

Jennifer L Armentrout, se mantiene fiel y no decepciona, consigue consagrarse como una de mis autoras favoritas del género gracias a la capacidad de ofrecer unos finales que no solo sorprenden, sino que no esperas.

Noté una opresión en el pecho. Estiré el brazo y le coloqué una mano temblorosa en la mejilla.
Daemon inclinó la cabeza contra mi mejilla y su voz sonó áspera y cruda.
-Dime que pare y lo haré.
No pensaba hacerlo. No ahora. No después de todo. Ya no había nada que negar, y mi respuesta fue besarlo y, sin necesidad de palabras, lo entendió.