Fotorreseña Guía de monstruos, bestias y seres extraordinarios

Guía de monstruos, bestias y seres extraordinarios

MONTSE RUBIO → FICHA 
★★★★

¡Qué curiosos!

Severina Malaespina y sus grandes amigas Odila y Pimpinela decidieron documentar y estudiar los seres extraordinarios que vivían en su entorno: bestias domésticas, seres hortícolas, monstruos boscosos… En este libro se guardan muchas de sus anotaciones e ilustraciones naturalistas, así como algunas gafaroids (que se parecen mucho a nuestras fotos) y unas cuantas anécdotas de sus experiencias.
Disfruta de los seres extraordinarios y de las singulares ilustraciones de la también autora de la otra Montse Rubio.

 Severina Malaespina exploradora naturalista

Historia de la guía

La primera vez que hablé con Severina Malaespina fue en su salón de Villa Espina, mientras tomábamos una infusión de hierbas (la mitad de las cuales aún se removían alegres dentro de la taza) en una apacible tarde de primavera. Sí, ya sé que parece todo muy bucólico ―tanto que hasta casi resulta sospechoso― pero sucedió tal y como os lo cuento.

Antes de conocerla, llevaba años archivando la documentación de la Sociedad Naturalista, y he de admitir que estaba ya un poco aburrida de mi confinamiento. Por eso, cuando la Sociedad me encargó hacer un registro detallado sobre la migración de las aves de Enunlugarremoto, no me lo pensé ni un segundo. 

Bestias domésticas / Villa Espina

Afanosos

La abuela de Pimpinela siempre le decía: «En esta vida siempre es mejor tener un afanoso en casa a que te toque la lotería» y, como todo el mundo sabía que era una ardilla listísima, las tres chicas de Villa Espina decidieron no contar con uno sino con cuatro. Aquí podéis conocer a la especie Espinturero

Espintureros: Llevan encima todas las agujas, imperdibles y corchetes que necesitan las tricotosas para hacer sus modelos. Hilvanan bajos de pantalones ―su especialidad― a la velocidad de la luz, y sus puntadas son tan pequeñas y precisas que resultan invisibles al ojo humano.

Tricotosas: Diseñan y cosen las prendas de todos los habtantes de la región y siempre van a la última moda. En alguna ocasión, una inspiración irresistible ha hecho vestir a algún incauto de amarillo chillón durante meses, pero normalmente sus modelos son excepcionales.

Lo hacen todo a una velocidad increíble. 

De hecho, hablan tan rápido que la única manera de comunicarse con ellos es a través de la parloteadora de Odila.

Seres hortícolas / Huertoespín

Huertelanios

Cierto día, cuando Severina se disponía a preparar una sopa de guisantes (una elección bastante dudosa, por cierto), observó que la cocina se le había llenado de mariposas y, por el contrario, su cuenco repleto de guisantes, se encontraba vacío. 

Un poco extrañada (aunque tampoco demasiado; a fin de cuentas vive en Villa Espina), salió al huerto a buscar acelgas, una cebolla, una cabeza de ajo y una remolacha. Las puso sobre la mesa, se giró para coger un cuchillo y trocearlas y, antes de darse la vuelta, vio por el rabillo del ojo cómo todas las verduras salían despavoridas. Bastante más extrañada (algunas cosas no son frecuentes ni en Villa Espinosa), las persiguió alrededor de la mesa, después por el pasillo y llegó hasta la entrada, donde por fin alcanzó a un babas de ajo (que incluso en su versión huertelania había conseguido una nueva marca de velocidad) 

Mientras intentaba comunicarse con él −sin mucho éxito porque no tenía la parloteadora a mano en ese momento−, se presentó en la casa un individuo bastante molón que saludó con un: «Mi nombre es Cervuno. ¡A su verde servicio, señora!» Acto seguido, explicó a Severina que, sin querer, se había caído un poco de su polvo mágico en el huerto y, verdemágicamente, las hortalizas habían evolucionado hasta ese singular estado en que se encontraban ahora. Eso sí, no había de qué preocuparse; lechugas, tomates, patatas y zanahorias no se habían visto afectadas y podía comérselas cuando quisiera. 

Seguro que os preguntaréis qué hizo Severina en medio de semejante embrollo... 

Bestias y Jardineras / Jardín Sinfín

Autumnus

Hace muchos muchos años (nadie sabe cuántos, porque siempre se contó así el inicio de esta historia), en la región de Enunlugarremoto solo existían tres estaciones: primavera, verano e invierno.

A nadie le resultaba especialmente singular semejante circunstancia, pero sí muy molesta, porque imaginaos que llega el final del verano, uno se va a dormir una noche y el día siguiente amanece con veinte grados menos y dos palmos de nieve. Pues sí, la región entera estaba resfriada en menos de una semana, las bufandas se acaban en las tiendas en un segundo y ya no os digo los pañuelos.

Por suerte, en una de las visitas anuales de la Sociedad Naturista a Severina, se dieron cuenta de la situación y decidieron enviar un autumnus.

Esta bestia lleva el otoño en su interior, por donde pasa hace caer las hojas, cubre el amanecer de escarcha e inunda el campo de ese olor maravilloso a castañas asadas, setas y niebla baja. 

Hiberna todo el año 

y despierta al final del verano,

cuando los días empiezan a acostarse.

Monstruos Boscosos / Bosque Oscuro

Aviagarto

La abuela de Severina decía que si uno persigue un sueño con el empeño suficiente, acaba consiguiéndolo. Así se lo trasmitió a su nieta durante toda su vida, y por eso Severina asegura que gracias a su abuela logró su meta de ser la primera eriza exploradora y naturalista de la historia. 

Eso mismo debería de creer la abuela de Aviagarto, porque insistió durante años para que su nieto alcanzase su sueño: volar. 

Pero empecemos por el principio. Aviagarto era un enorme lagarto terrestre que vivía en el Bosque Oscuro y que desde su infancia deseaba ser un dragón. Para él no había nada más guay que ir por ahí lanzando llamaradas y rugiendo. 

Con el tiempo se dio cuenta de que aquello no acababa de ser buena idea si no quería pasarse el día con la garganta irritada y huyendo de quienes intentaran capturarlo o matarlo. se lo pensó un poco mejor y decidió que tan guay como escupir  llamaradas (y, en el fondo, bastante más seguro) sería volar.

No creáis que aquello fue sencillo. Buscó aquí y allá, preguntó a expertos cultivadores atraepájaros, a huertogatos y galliraros, pero no fue hasta hablar con Porco Ventor, un antiguo compañero inventor de Odila, que dio con la solución...

Opinión personal

En esta trepidante historia conoceremos a dos de nuestras protagonistas, Severina Malaespina es una eriza aventurera y audaz, y su inseparable Pimpinela Dosplumas. Severina, recibió un legado familiar por parte de su abuela que consistía en un kit de exploradora y una caja de acuarelas, desde ese momento se dedicó a dibujar y pintar soñando con llegar a ser exploradora de la Sociedad Naturista y así poder viajar para dedicarse a estudiar y documentarse de todo ser viviente que se cruzase en su camino. Así, junto a sus amigas de la infancia, Pimpinela y Odila, esta última  una gran inventora aunque un tanto despistada, decide explorar su entorno y emprender un nuevo viaje.

En esta gran aventura ilustrada podremos conocer y disfrutar de lugares como Villa Espina y alrededores: Villa Espina, Huertoespín, Jardín Sinfín, Laguna y Gran Lago y Bosque Oscuro. En cada uno de estos lugares mágicos conviven seres de todo tipo, como monstruos y bestias, y siguiendo el orden de los espacios son los siguientes: Bestias domésticas, Seres hortícolas, Bestias jardineras, Seres acuáticos y Monstruos boscosos. Además, contaremos en cada capítulo con la información necesaria de cada ser, encontrando una detallada ficha con la descripción y características de cada uno.

Ha sido toda una aventura conocer a este grupo de intrépidas amigas, he disfrutado de cada rincón y de cada ser extraordinario que se nos da a conocer entre las páginas de este álbum ilustrado, pues todos juntos, conforman una gran equipo y una fantástica historia. Estoy segura de que volveré a reencontrarme con esta magnífica ilustradora, conocer a Montse Rubio ha sido todo un hallazgo, y hay tesoros que se merecen un bonito lugar. Guía de monstruos, bestias y seres extraordinarios ocupará un lugar privilegiado en mis estanterías, y próximamente una tarde de este nuevo otoño volveré a tomar un té junto a mi querida Severina.

Guía de monstruos, bestias y seres extraordinarios, es una excursión a la vida y al amor por la naturaleza, una bonita historia llena de ingenio que nos ilumina durante su recorrido gracias a su colorido y al espíritu aventurero de su narración. Sin duda alguna los lectores que se sumerjan en esta especial lectura visual, caerán rendidos a sus pies.