Reseña-Tinta

Datos del Libro

Editorial: Oz

Género: Fantasía juvenil

Serie: Dioses de papel I

♥La tinta está en su sangre y con el amor, cobra vida.  Después de una tragedia familiar, lo último que quiere Katie Green es mudarse a Japón con su tía, pero no le queda otra opción que aprender el idioma y adaptarse a sus costumbres. Cuando conoce a Tomohiro, un maestro del kendo, se siente inmediatamente intrigada por él, pero a la vez asustada porque cuando están juntos ocurren fenómenos extraños: los bolígrafos explotan, surgen gotas de tinta de la nada y los dibujos cobran vida. Pero lo que Katie no sabe es que Tomohiro está emparentado con los antiguos dioses del Japón y la relación con ella hace que pierda el control de sus habilidades. Hay personas interesadas en utilizar ese don para sus propios fines y están empezando a hacer preguntas. Katie nunca quiso mudarse a Japón, ahora quizá no salga de allí con vida.

Opinión personal
Cuando la editorial Oz lanzó las novedades de Septiembre de todas la que captó mi atención fue Tinta de Amanda Sun. La edición es digna de coleccionista, llamativa, sugerente y con ese punto exótico que tanto identifica al país donde está inspirada y desarrollada  esta historia.

Tinta nos hace vivir una experiencia llena de una cultura tan atrayente y elegante como la que se encuentra en un país como Japón. Donde la fantasía juega un papel importante en una historia plagada de mitología y leyendas Japonesas.

La joven Katie tras perder a su madre se ve obligada a trasladarse al otro lado del mundo donde su tía se hará cargo de ella temporalmente. Se encuentra lejos de su hogar, en un país que no comprende del todo y hablando un idioma que todavía no domina. Katie conocerá a Tomohiro, un chico del último curso con el que no simpatiza pero que siente una extraña conexión. A través de conocer a Tomo conocerá seres que habitan en elementos de la naturaleza, donde los dioses otorgan poderes a los descendientes. Los Kami...

A Tomohiro lo envuelve el misterio, guarda secretos celosamente por miedo a que lo descubran. Tiene una habilidad muy poderosa y peligrosa, que no solo hace peligrar a su entorno, si no a él mismo. Aunque intenta mantener a Katie alejada de él existe algo poderoso que les mantiene unidos y eso último es algo muy deseado por gente que busca algo que ellos poseen.

La relación que he encontrado entre los protagonista es muy, como decirlo... inmadura. Son jóvenes si, pero esperaba que estallasen chispas entre ellos, más atracción y que eso le aportara más chispa a la historia. Es una relación muy inocente y carente de emotividad, me faltó mas profundidad y peso en la historia de amor y conocer más sobre ellos, quizás por eso no llegué a conectar del todo con los personajes. La historia queda abierta, así que tendré que esperar a ver una evolución entre ellos como pareja y como personajes para sentirlos más cercanos a mi y así poder entenderlos mejor.

Fragmento

<<-Estaba intentando alejarte de mí al jugar contigo en el patio. Estuve a punto de no poder hacerlo. Pensarás que soy un imbécil, pero cuando te vi...Dios. No podía quitarte de mi cabeza. Y entonces trepaste a aquel árbol y gritaste mi nombre. No me tenías miedo. No te  echaste atrás. Sentí que podías verme, a mi verdadero yo. Myu fue un recordatorio de que yo era demasiado peligroso para estar con alguien y me sentía medio muerto. Tú me devolviste a la vida, Katie. Si tengo que arder por eso, entonces yo mismo encenderé la maldita cerilla. >>

Destaco por encima de todo la ambientación, los lugares a los que nos acerca la autora, conocer mejor un país tan distinto al nuestro en costumbres y modo de vida,  tan antiguo, exótico y rico en cultura. En si, Tinta,  me ha parecido una historia llana, sin alteración ni sorpresa, con un ritmo y una evolución algo lenta y a falta de acción. La primera entrega de la saga Dioses de papel es muy introductoria y quizás ha sido eso lo que en ocasiones me ha hecho algo tediosa la lectura. No obstante, queda mucho por saber y descubrir, todavía sigue un misterioso viaje entre la tinta y el papel, que es el cáliz de esta original historia con olor a flor de cerezo.