Reseña El día que dejó de nevar en Alaska

El día que dejó de nevar en Alaska
Alice Kellen → Ficha
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Opinión personal

Leer a Alice Kellen siempre es una delicia, cuando la descubrí supe que era una autora a tener en cuenta y a seguir de cerca. Desde que hice mi primera incursión con la novela de Llévame a cualquier lugar, he ido viendo una evolución en cada cambio de registro en el que ella se sumergía, pero puedo decir sin un ápice de duda a equivocarme, que ha sido con la historia de Nilak y Heather donde he visto el mayor cambio de la autora. 

La vida de Heather no ha sido un camino de rosas, ha llevado una infancia yendo de un sitio a otro con su madre, cambiando de colegios y sin llegar a echar raíces. Cuando parece que la vida de ambas empieza a asentarse en San Francisco, Heather comienza en un nuevo instituto alejada de sus viejos amigos, pero el destino pondrá a Alison en su camino haciéndolas inseparables, y con su aparición, Alison consigue borrar el pasado de Heather.  Con los años la gran influencia de Alison sobre ella ha hecho que Heather tome un camino que la llevará a un callejón sin salida, un camino sin opciones que la arrastrará a una vida que no desea, pero a pesar del daño que le ocasiona, se dejará empujar.

❆❆❆ Me gustaría quedarme aquí para siempre, sin pensar en nada, mirando el infinito que se extiende a lo lejos; las montañas parecen conducir a las nubes, el agua se mantiene en calma. Las cosas que no se pueden ver, pero aparentan tranquilidad, me dan miedo. ¿Y si en el fondo están llenas de peligro? Quizá no puede distinguirse porque es turbio, pero eso es todavía peor. Si vas a tener que enfrentarte a algo, qué menos que saber de antemano de qué se trata, cuáles son tus opciones. ❆❆❆  

Toda su vida ha sido un desastre y siente la necesidad de huir, de irse lejos y emprender un nuevo camino. Un loco impulso la llevará a un inhóspito paraje llamado Inovik Lake, en Alaska, donde la tranquilidad, su gente y la nieve, lo absorben todo, incluso todo lo que Heather quiere dejar atrás. 

Nilak está tan cerrado en sí mismo que se ha olvidado de volver a abrirse a los demás, su pasado ha hecho de él una persona hermética, fría e inaccesible, que guarda secretos y que vive bajo una sombra atormentada. Le pesa la culpa y se niega a darse una oportunidad en la vida, prefiere aislarse y no dejar cabida a los sentimientos, pero una impulsiva y desequilibrada Heather se interpondrá en su camino, para demostrarle que tener un corazón de hielo no le servirá de nada, pues el hielo con el calor del amor se derrite y con cualquier golpe se resquebraja.

El día que dejó de nevar en Alaska, es la novela más personal y cercana que he leído hasta la fecha de la autora; con la historia de Nilak y Heather nos traslada a un evocador paraje que aporta sosiego y paz a la lectura. Nutre la historia con cálidas descripciones del entorno y nos lleva al mismísimo corazón de los nativos y sus costumbres, enriqueciendo así el recorrido de la novela. Con esta lectura, su autora ha conseguido que me enamore un poco más de su estilo, del tacto dulce que desprende, y de cómo trasmite las emociones y los sentimientos de los personajes.

Alice Kellen consigue sorprender con una nueva voz llena de promesas. 

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